Por: Ing. Javier Gutiérrez
Introducción
No podríamos comenzar de mejor manera esta serie de artículos de historia del atletismo que iniciándola con un recorrido por uno de los eventos más importantes que ha organizado México, y claro, sabemos que el atletismo en México comienza mucho antes que aquel 12 de octubre de 1968 en el Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria, pero México 68 es la mejor referencia para entender como ha ido evolucionando nuestro deporte, y aunque ya han pasado más de 50 años de aquel gran evento, hoy en día México 68 es aún una referencia mundial de la capacidad organizativa requerida para los Juegos Olímpicos, y también de las memorables actuaciones atléticas en una edición en la que se impusieron la mayor cantidad de récords olímpicos y mundiales sin precedentes.
Parte I El contexto
1968, fue un año que convulsionó al mundo, y en muchos aspectos el 68 marcó una generación, tan grandes fueron los cambios que comenzaron con un grito de libertad y expresión de la juventud del mundo, que hoy en día seguimos recordándolo, escribiendo sobre él, e inclusive seguimos en un constante estudio de sus matices, de sus formas y de la manera en la que hoy vivimos en sociedad como consecuencia del 68.
La vertiginosa década de los 60’s se encontraba, en todos los aspectos de la cultura humana, en su momento más grande, y también más politizado por la guerra fría y los logros tecnológicos que trajo al mundo la carrera espacial, la creatividad se expresaba en esas grandes bandas del rock, ahora clásico, que se convertían en un himno para la juventud, con un mensaje que quería romper el molde de lo establecido por la generación anterior, en consecuencia el mundo vivía cambios muy acelerados.
En el ámbito deportivo México fue el gran anfitrión de los Juegos de la XIX Olimpiada de la era moderna, los Juegos Olímpicos tendrían lugar por vez primera en un país en vías de desarrollo y también en un país de habla hispana, la gran oportunidad y responsabilidad traería un sinfín de programas ejecutados de una manera tan sublime que, para quienes lo vivieron, hacen testimonio de unos Juegos Olímpicos inolvidables, marcados de gloria deportiva, organizativa y festiva.
México un país de contrastes, que hoy en día sigue mostrándolos, haciendo gala de su gran universo de cultura, tradición y modernidad fue el perfecto anfitrión, que sorteo con creces la gran responsabilidad adquirida en el estandarte del movimiento olímpico, el contexto mundial no era ajeno a México y sus habitantes, sin embargo no haré de esta serie, un relato político o social ya que no es su propósito, no obstante los hechos políticos y sociales se encuentran tan profundamente en la memoria colectiva que es por eso que los Juegos Olímpicos de México 68 fueron inolvidables.
Estadio Olímpico Universitario Inauguración 12 de Octubre de 1968.
(Imagen del Comité Organizador de los Juegos de la XIX Olimpiada)
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